GUIDESUR EN ALCALÁ LA REAL
Hace unos días, una buena representación de socios de Guidesur disfrutaron de un famtrip a la localidad de Alcalá la Real. Fuimos recibidos por Eva Bermúdez, Concejala-Delegada de Empleo, Comercio y Turismo y también por Mª Eugenia Gil, Coordinadora de la Unidad de Producto Alcalá la Real que nos recibió a la entrada del Castillo de la Mota.
Una vez en el castillo hicimos una visita guiada por Nuria, que nos llevó al interior de la antigua ciudad amurallada de Alcalá la Real a través de los túneles excavados por Alfonso XI para la conquista de la Fortaleza de la Mota. Las vistas desde lo alto de la torre del homenaje; el conjunto monumental, junto con la belleza de su entorno natural, se convierten en un escenario incomparable para sumergirnos en la historia de al-Ándalus y sus guerras fronterizas.
Después continuamos la visita en el centro de la ciudad. Tapeamos en El Lagar de los Vinos, una bodega centenaria, donde tuvimos ocasión de probar el famoso vino del terreno. También degustamos los productos típicos de la zona, como el queso de cabra, embutidos y aceite. Toda una muestra de la riqueza gastronómica de Alcalá la Real.
A continuación nos dirigimos al palacete La Hilandera, un edifico señorial del s. XIX recientemente restaurado, que se ha abierto al público a modo de Museo, para dar a conocer como era una vivienda de esa época con sus pinturas, estucos y rejerías originales. En su interior se puede disfrutar no sólo de la arquitectura del edificio, sino también algunas muestras de la artesanía local, entre otras cosas. Se puede visitar además la cocina, el salón y los dormitorios así como el mobiliario de la época que data del siglo XIX y principios del XX.
Camino del restaurante pasamos junto al Palacio Abacial, restaurado en 1999, que es donde está ubicado el Museo Municipal de Alcalá la Real. Su interior acoge fondos que van pasando desde la prehistoria por todas las diferentes épocas históricas, incluyendo el tesoro de Ermita Nueva, una gran muestra de joyería de época califal.
Terminamos la visita con un suculento almuerzo en el restaurante del Hotel Torrepalma. La cata de aceites de oliva, los deliciosos platos que nos sirvieron y el trato amable de sus camareros fueron un perfecto broche final antes tomar el autobús para regresar a casa con un muy grato sabor de boca.